martes, 21 de octubre de 2008

Federació de Caça de catalunya R.T. Barcelona

Federació de Caça de catalunya R.T. Barcelona

LOS CAZADORES DE ZCC DE COLLSEROLA EN PIE DE GUERRA.

Las sociedades de cazadores de la Zona de Caza Controlada de Collserola han decidido por unanimidad NO CAZAR la presente temporada 2008/2009 después de la reunión que mantuvieron con la FCC Territorial de Barcelona el pasado día 13 de octubre.

LOS MOTIVOS

Las graves restricciones en las capturas de especies cinegéticas y la eliminación de las cazas tradicionales que el Departamento de Medio Ambiente ha impuesto con el nuevo Plan Técnico de Caza.
Las sociedades afectadas, ven limitadas y casi extinguidas sus funciones. Son conscientes que la Administración pretende con estas medidas la eliminación de la caza en las ZCC de Collserola más que a una regulación de la misma.

Entre las más destacables:

- Importante restricciones en las especies cinegéticas y sus capturas. Se ha pasado de 6 especies en la temporada pasada a solo 3 en esta. ( Conejo, torcaz y becada).
En el caso del conejo únicamente se puede cazar en ZCC Collserola- Baix Llobregat, en terrenos abiertos y no boscosos. La torcaz en puesto fijo y la becada solo se podrá cazar en el Valles Occidental.

Para las sociedades es incomprensible que limiten las especies y sus capturas, y posteriormente concedan permisos especiales por daños a la agricultura, como es el caso del conejo, el estornino y jabalí.

POR UNA PARTE LIMITACIÓN Y PROHIBICIÓN DE SU CAZA Y POR EL CONTRARIO, AUTORIZACIONES ESPECIALES POR DAÑOS A LA AGRICULTURA.

-En referencia a las especies migratorias no se comprende su prohibición, dado que la cantidad de estas aves viene determinada por su reproducción en sus lugares de origen.

-Prohibición de la Media Veda, cuando la resolución anual que regula las especies cazables no prohíbe en ningún caso la media veda en las Zonas de Caza Controlada.


Las Sociedades de ZCC de Collserola

Las Sociedades de Cazadores somos conscientes de los desequilibrios cinegéticos de los últimos años producidos por la fauna salvaje, con multitud de daños a la agricultura con las quejas de los agricultores y con los accidentes de transito con fauna cinegética.
Hoy día, las diferentes poblaciones de la fauna salvaje cinegética que son presentes, tanto de forma sedentaria como migratoria, obligan a que se haga un control y una regulación sobre ellas y se ha visto y comprobado que la manera más efectiva, rápida y segura de hacerlo es mediante esta actividad. Y eso se debe hacer en beneficio de la agricultura, los propios bosques y con la finalidad de evitar otros daños como pueden ser los accidentes de tránsito con fauna cinegética, cada vez más frecuentes. Por otro lado, con multitud de alteraciones dentro de las zonas urbanas, debiendo intervenir las policías municipales y los mossos de escuadra, cosa que no se había producido nunca en Collserola, y que actualmente sucede con suma frecuencia, provocadas en buena manera por las ultimas restricciones desmesuradas de la caza realizadas por el Departamento de Medio Ambiente.

Somos conscientes de que nuestra actividad en este entorno puede en general no ser bien vista, ni entendida, ni justamente valorada, pero la realidad es que la situación actual hace que sea necesaria y las instituciones competentes siempre habían solicitado nuestra colaboración hasta ahora.

Lamentamos profundamente esta situación y más cuando se han realizado escritos y reuniones con los responsables del Departamento de Medio Ambiente para tener un dialogo y un acercamiento entre ambas partes.

Por último, queremos dejar claro que con estas limitaciones y prohibiciones en ningún caso se puede realizar una buena gestión cinegética, más bien todo lo contrario.

PERDIZ ROJA



ALEACTORIA RUFA.

ESTUDIO GENETICO

Estudio genético sobre la perdiz roja
José Luis Garrido.

Estamos enfrascados en un proyecto, elaborado y coordinado por FEDENCA, del que saldrán los procedimientos consensuados para estudiar genéticamente la hibridación de la perdiz roja. Y hemos dado un paso trascendental. El pasado tres de julio los seis laboratorios participantes entregaron ante un notario de Coslada (Madrid) los resultados de analizar cada uno a 266 muestras de ADN de perdices, de origen desconocido para ellos. Ha sido una especie de “cata genética a ciegas” realizada por los más prestigiosos laboratorios de genética españoles y franceses. Se han comprometido con este proyecto los laboratorios de genética de: Universidad de Zaragoza, IREC, IRTA, Facultad de Veterinaria de la UCM, Facultad de biología de la UCM y ONCFS de Francia, que representan, sin duda, un prestigio asegurado para el proyecto. Las muestras de ADN han sido extraídas y preparadas por el laboratorio GENÓMICA, que es uno de los pocos que cumplen en España con la norma estricta de calidad ISO 17025.

Este proyecto se inició con el objetivo de seleccionar los procedimientos para medir el grado de hibridación (índice de introgresión) de la perdiz roja (Alectoris rufa) que resulten válidos, a juicio de los científicos y técnicos evaluadores de los resultados, en cuanto a su sensibilidad —porcentaje de híbridos no detectados— y su especificidad —dar por híbrido al animal que no lo es—. También evaluaremos el coste de cada tipo de análisis, pues es también determinante que la mejor solución sea asequible para el cazador. No ignoramos que, al final, el coste de analizar la perdiz se lo cargarán, como es costumbre, al último consumidor. Si se cumpliera la Ley no sería así: «Las Administraciones públicas competentes prohibirán la introducción de especies, subespecies o razas geográficas alóctonas cuando éstas sean susceptibles de competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos» (Ley 42/2007 de Biodiversidad Art.52.2). Y lo mismo si la administración se aplicara la Ley 8/2003 de 24 de abril de control de parques zoológicos productores de aves de corral para reponer existencias de caza. Pero, como viene siendo costumbre, la iniciativa ha partido de los cazadores y, de momento, el estudio va a nuestra cuenta y cargo. Hemos pedido ayuda a las Comunidades Autónomas, pero ya conocerán ustedes las que al final colaboran.

En los últimos 35 años la falta de control genético e introducción de híbridos en el campo es una de las principales causas del declive generalizado de la perdiz roja en el 95% de su territorio mundial, sin olvidar la pérdida de su hábitat natural, el exceso de predación y la caza, según denuncia el Libro rojo de las aves de España. En los últimos treinta años entre las que criamos en España y las que entran por los Pirineos, se han vertido más de cien millones de perdices en los campos españoles. Si fuera cierto eso que nos dice algún productor de que «las nuestras crían en el campo y perduran en el tiempo» las perdices nos comerían a picotazos. Sin embargo, cada año, los cotos antes generosos en cría de perdiz tienen ahora que acoger los lotes de miles de perdices que suministran las granjas cada temporada, cada vez con mejores ejemplares, es justo reconocerlo, pero con medicaciones propias de su origen y condición de aves de corral —que podrían diseminar enfermedades entre las autóctonas—, y de genética desconocida, porque a nadie, excepto a algunos cazadores, le ha preocupado este trascendental asunto.

Dicen los expertos que todas las perdices, tanto rojas (Alectoris rufa), como griegas (Alectoris graeca), chukar (Alectoris chukar) o morunas (Alectoris bárbara) y algún tipo más de perdiz roja de Siria e Israel, conforman un grupo de seis especies de perdices de la cuenca mediterránea y se hibridan de forma natural entre ellas, en las zonas de contacto de las diferentes poblaciones. Los híbridos tienen mayor eficacia biológica que las especies puras. Por esa eficacia, pero sobre todo debido a las repoblaciones en parte de España, tiene síntomas de verosimilitud lo manifestado por algún genético de que más del 90% de las perdices que pueblan este país no son perdices rojas puras y disponen de algún grado de introgresión con perdices chukar, principalmente. Me figuro que con este estudio iniciado por FEDENCA lo comprobaremos. Y nuestra esperanza es que podamos frenar el declive.

Optar por perdices híbridas con chukar no es una opción casual de las granjas. Un macho de roja se aparea con varias chukar, por lo cual la granja no requiere dar de comer al 50% de las existencias (machos) que no ponen huevos, sino a un porcentaje muy inferior. El número de huevos por hembra chukar es mayor y el peso medio de las perdices criadas, lo mismo. La productividad del núcleo zoológico es, por tanto, muy superior cuando se manejan perdices híbridas con chukar que cuando se crían perdices autóctonas. El dinero generado por el negocio es lo que impera y todo lo demás son cantos de sirena para justificar un lícito negocio pero que, sin controlar, puede hacer daños irreversibles a nuestra más emblemática especie. Si es que no es demasiado tarde. Por esto último hemos tenido siempre esta desazón y para evitar aquello hemos puesto nuestro irreductible empeño. No sé si servirá para algo.

El paso dado con la entrega de los análisis por los seis laboratorios es irreversible y si hacemos las cosas como tenemos previsto y consensuado, el resultado va a ser bueno para todos; especialmente para la perdiz roja española. Los laboratorios se benefician por haber tenido la oportunidad de analizar un número elevado de ejemplares de diferente índole, contrastando así con los demás laboratorios sus métodos genéticos y, en caso, pudiéndolos ajustar; los criadores de perdices que, sin duda desean manejar las mejores posibles, van a tener una herramienta para demostrar y hacer creíble que sus productos tienen la excelencia que nos dicen; las administraciones van a poder cumplir la ley, que ahora no cumplen, y controlar con método adecuado y contrastado las perdices que se crían y manejan en su territorio.

Y también los cazadores nos beneficiamos, porque así podremos reconducir una situación en la que las ganas de cazar de cualquier manera y a cualquier precio se habían impuesto a la racionalidad que requería velar por lo mejor y más valioso de nuestro patrimonio cinegético: la perdiz roja autóctona.